Es cierto que los vehículos nuevos consumen cada vez menos. Sobre todo, aquellos que son diésel han alcanzado niveles de consumo antes impensables.
Ahorrar combustible es relativamente sencillo si sigues algunos pequeños consejos en tu día a día. Si utilizas el coche a diario estamos seguros de que este post te interesa, sobre todo teniendo en cuenta el precio que han alcanzado actualmente los combustibles.
Pequeños cambios en tu conducción, o pequeños detalles que seguramente desconocías, te ayudarán a notar un ahorro en tu gasto mensual de combustible. ¡Sigue leyendo que esto te interesa!
Evita los acelerones
En ocasiones, pensamos que si pisamos el acelerador en invierno al arrancar el coche este se va a calentar antes. Pero lo único que conseguimos con esta acción es aumentar el consumo de combustible.
También te recomendamos conducir de forma suave y fluida, siempre evitando acelerones innecesarios. Conducir con una velocidad constante siempre que sea posible te ayudará a reducir considerablemente el consumo de combustible.
Utiliza la marcha adecuada en cada momento
Lo más recomendable es conducir con marchas largas, ya que esto contribuye a ahorrar combustible. Además, la mayoría de vehículos ya cuentan con un dispositivo que nos avisa de la marcha más adecuada para cada momento.
Utiliza la primera marcha solo para poner en movimiento el vehículo y, un par de segundos más tarde, cambia a la segunda.
En los coches diésel es recomendable cambiar la marcha entre las 1500 y 2500 revoluciones, mientras que en los coches gasolina entre las 2000 y 2500. Si tu coche no te indica cuándo cambiar de marcha, fíjate en el contador de revoluciones o en el sonido del motor para hacerlo.
Somete tu vehículo a un mantenimiento periódico
Someter a tu vehículo a revisiones periódicas también es fundamental para conseguir un ahorro de combustible. Tanto el buen estado del motor como todos los componentes que lo rodean están interrelacionados entre sí.
El estado de los neumáticos es muy importante
Como ya te contamos en el post anterior, el estado de los neumáticos influye de forma directa en el consumo de combustible. Sobre todo, la presión de estos, ya que una presión insuficiente genera un sobreesfuerzo del motor. Al igual que utilizar unos neumáticos de mala calidad o excesivamente desgastados. Te invitamos a leer el post anterior si quieres conocer más sobre la importancia del buen estado de los neumáticos de tu vehículo.
Sube las ventanillas
Hay ocasiones en las que preferimos llevar las ventanillas bajadas a usar el aire acondicionado. Sin embargo, te recomendamos solo hacerlo cuando circules por ciudad a baja velocidad. En el caso de circular por autovía, por ejemplo, es preferible circular con las ventanillas subidas. El aire que entra por las ventanas actúa como freno y hace que el motor tenga que trabajar más para poder moverse. Lo que se traduce en un aumento de consumo de combustible.
Utiliza la calefacción o aire acondicionado cuando sea necesario
Utiliza la calefacción solo cuando sea realmente necesario. Es decir, cuando haga frío o calor excesivo. También te recomendamos utilizarlo para mantener el vehículo a una temperatura agradable, nunca excesiva ya que aumenta el riesgo de somnolencia.
Utilizar el aire acondicionado o la calefacción demasiado tiempo o con una potencia elevada aumentará también el consumo de combustible.
Apaga el motor en paradas prolongadas
La mayoría de vehículos ya disponen del sistema Start&Stop. Un sistema que permite que el motor descanse en paradas prolongadas como semáforos, atascos o paradas prolongadas. De esta forma reducimos el consumo de combustible y la contaminación.
Evita llevar peso innecesario en el maletero
Muchas veces llevamos en el maletero objetos totalmente innecesarios. Esto al final supone un peso extra en el vehículo, y cuanto más peso más esfuerzo tendrá que hacer el motor. Lo que se traduce en un aumento de combustible. Por eso, evita llevar peso añadido, ya sea en el maletero o en cualquier otra parte del coche.
Para que te hagas una idea, por cada 100 kg de peso extra el consumo aumenta, aproximadamente, un 5%.
Aprovecha la inercia
Conducir de forma fluida y evitar acelerones o frenazos nos ayudará también a conseguir ahorrar combustible.
Aprovechar la inercia del vehículo significa llevar a cabo pequeñas acciones en las que sea totalmente innecesario pisar el acelerador. Por ejemplo, cuando circulamos por una bajada o cuando nos aproximamos a un semáforo. El peso y la velocidad del vehículo hará que no sea necesario pisar el acelerador en determinados momentos. Sobre todo, si sabes que unos metros más adelante vas a tener que pisar el freno porque nos encontraremos con un semáforo.
Pon en práctica todos estos consejos en tu conducción diaria y consigue mantener en perfecto estado tu vehículo durante mucho más tiempo. Tu bolsillo, el medio ambiente y tu vehículo te lo agradecerán.